Vas a comprarte algo de ropa y te das cuenta de que en los escaparates sólo hay shorts, sandalias.... HORROR! Llegó el verano! Para que nunca más te pille desprevenida y puedas planificar fácilmente tus veranos, te presentamos el Checklist del verano. Algo así como un decálogo de lo que tienes que tener en cuenta a la hora de enfrentarte al sol, estés donde estés:
1. Exfoliación e Hidratación Corporal. Algo esencial si quieres preparar tu cuerpo para un bronceado uniforme. Es recomendable realizarla antes de tomar el sol, aunque mantener tomarlo como hábito puede ser beneficioso, ya que hace que tu moreno luzca más, pues estarás retirando las células muertas de la piel que opacan tu moreno.
2. Higiene Facial Completa. La piel del rostro es mucho más delicada que la del cuerpo, y sufre más con la exposición al sol -manchitas, rojeces...-. Por eso es súper importante que la prepares con cierta antelación a una exposición al sol prolongada. Para ello solo es necesario realizar una Higiene Facial Completa, que incluya una exfoliación, así como una hidratación de la piel. No obstante, hay tratamientos que incluyen complejos vitamínicos que preparan tu piel para una mejor reacción ante el sol, así como para potenciar el bronceado.
3. Alimentación. Es fundamental cuidar la dieta, no tanto para lucir biquini, sino para proteger tu piel. Por eso, es recomendable que bebas mucha agua para hidratar tu piel, y que comas verdura -a ser posible, cruda-. Es crucial tener en cuenta la síntesis de: ácidos grasos insaturados (pescado azul, aceites de semillas...) para mantener una buena hidratación, la vitamina A (alimentos de origen animal, verduras de hoja verde y color rojo-anaranjado, así como en ciertas frutas: cereza, melón, albaricoque...) para una buena renovación de la piel; vitamina E contra los radicales libres (aceite de oliva, vegetales de hoja verde, frutos secos), vitamina C para mejorar la producción de colágeno (frutas y verduras frescas y crudas), vitaminas grupo B que intervienen en los procesos de renovación celular (verdura, frutos secos, fruta, cereales, legumbres, carne, vísceras, pescado, marisco, lácteos...); selenio como antioxidante y zinc, que favorece la renovación celular.
4. Cabello. También nuestro pelo sufre con la exposición al sol, de modo que hay que protegerlo para evitar que se reseque excesivamente. Por eso, es recomendable realizar un tratamiento previo de hidratación profunda (ahora los hay con Keratina, que aportan brillo y restablecen la estructura del cabello), así como nutrirlo con productos específicos (mascarillas, champús de PH neutro o con factor solar...), sin olvidar, como en la piel, la protección.
5. Pedicura. ¡Es crucial! ¿Cuántas veces te has visto en el metro husmeando el suelo y alarmándote ante unas uñas con un esmalte descamado, o unos talones de S.O.S? Aunque esté en el quinto puesto, la pedicura es fundamental, y mantenerla a lo largo del verano, una obligación. Pero no por ello tiene que ser un martirio... Si tienes tendencia a que se te resequen mucho los talones, hay cremas específicas, o tratamientos en cabina (baños de parafina) que te pueden salvar. Si tu problema son las durícias, se constante con la exfoliación, pero no olvides hidratarte con una buena crema. Si quieres olvidarte del esmaltado, existen ahora distintos métodos de manicura semi-permanente para que el esmalte te dure mucho más, y mantenga su brillo intacto.
6. Manicura. Aunque siempre deberían estar "más o menos" perfectas (ejems...) ahora que enseñamos los pies, todavía más! Pero los baños constantes en playa o piscina y la arena hacen que el esmalte no dure nada. Por suerte, existen en el mercado unos geles resinosos que se aplican como un esmalte y se secan con lámpara, proporcionando una manicura semipermanente que te dura hasta 14 días, al tiempo que te ayuda a fortalecer las uñas, sin dañarlas.
7. Permanente y Tinte de Pestañas. Es sorprendente que mucha gente todavía no haya oído hablar de ello... ¡Con lo práctico que es! Se trata de permamentar y teñir las pestañas, de modo que te ahorras maquillaje waterproof, que a la larga debilita muchísimo las pestañas. A diferencia del maquillaje, la permanente y el tinte dañan mucho menos la pestaña -es un producto específico para el ojo-, y el resultado es mucho más natural. En muy cómodo en verano por los frecuentes baños, aunque las que lo probamos, somos reincidentes durante todo el año...
8. Depilación. En verano, más que nunca, todas queremos librarnos de ese vello/pelo no deseado. Existen distintos métodos en el mercado (afeitadora, cera, láser, hilo...) Se trata de encontrar el tuyo, según tu tipo de piel, pelo así como características patológicas especiales (dermatitis, mala circulación...).
9. Celulitis / Venitas. Aunque sean temas distintos, ambos provocan unos dolores de cabeza atroces. Por eso, en verano son algo que hay que prevenir (porque más vale prevenir que curar). Si tu problema es la piel de naranja, hay muchos tratamientos adecuados a cada tipo, que se pueden realizar en cabina (hay que prevenirlo con cierta antelación, ya que su efecto depende de varias sesiones), así como tratamientos co-ayudantes en casa. Pasa lo mismo con las venitas o la mala circulación, ya que en verano se incrementa la vasodilatación por el calor, y además de antiestético, llega a ser molesto/doloroso. Por ello, a parte de consultar los posibles tratamientos (láser o infiltraciones, en centros médicos), es muy recomendable tomar nota de hábitos/alimentos que favorezcan la circulación para poder corregir posibles vicios nocivos, así como tener en cuenta el masaje entre tus costumbres, ya que favorece la circulación y puede ayudarte a descargar las piernas cuando tu desesperación llegue a límites desorbitales...
10. Protección. Aunque esté en el último punto, es lo más importante! Por aquello que iremos repitiendo de "más vale prevenir que curar". Saber cuál es tu fototipo de piel y escoger en función de ello una protección solar adecuada para tu piel, es fundamental. Las hay en gel, spray, crema, aceite... Hay formatos para todos los gustos, de modo que puedes encontrar aquel que se adecue mejor a ti. El factor de protección hará que no te quemes, y consecuentemente, tu piel esté protegida y pueda broncearse sin riesgos. En el caso del pelo, es importante la protección para que no se estropee, sobre todo en los cabellos teñidos. Para ello, existen también una amplia gama de productos específicos para dar solución a cada tipo de cabello.
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